Un Sol conjunto a Venus retrogrado en Géminis, nos llama al recuerdo de viejos amigos y amores perdidos. Despierta la nostalgia y la curiosidad por los senderos recorridos. Con la Luna en oposición en Sagitario surge la necesidad de expandirse y se despierta un sentimiento de apertura hacia nuevos horizontes. Mientras Mercurio tañe las aguas lunares de Cáncer y despierta con su melodía la sensibilidad del vínculo y las relaciones.
Hay en el ambiente un impulso de fusión con el Todo que a todos nos vincula, es Marte en Piscis conjunto a Neptuno y en exacta cuadratura con el Sol y la Luna que emprende escalada hacia la meta más elevada, persiguiendo sueños con la fuerza del deseo.
En otro rincón del orbe dos poderosas fuerzas conspiran para reformar las estructuras del poder establecido. Plutón y Júpiter en Capricornio prontos a encontrarse de nuevo, sacuden los cimientos en insospechada alianza entre el poder de las masas y el poder de los oligarcas.
Mientras tanto, Saturno, el hacedor de estructuras, acerca la mirada hacia lo nuevo, antes de sumergirse del todo en las aguas aéreas de Acuario, donde sus dotes pragmácticas pescarán en lo original y genuino.
A la espera de este creador de estructuras está el regente visionario de Acuario que con sus aguas aéreas ya riega la piel de Gea. Es este Urano que en su tránsito por Tauro prepara sobre terreno fértil recursos para moldear nuevas estructuras.
Y de fondo los Nodos en su camino retrógrado traspasan la frontera de lo tangible a lo soñado, de lo sentido a lo pensado, de lo sensorio a lo mental. Empezando un nuevo ciclo de año y medio por el eje Géminis-Sagitario, donde nos confrontan con la posibilidad de evolucionar relacionando nuevas ideas al mismo tiempo que pasamos cuentas con viejas ideologías.
El Tiempo dirá en su eterno girar.
Astrología Psicológica y Diseño Humano 