Entra el Sol en Capricornio para iluminar los buenos augurios que Júpiter siempre trae con sigo. Encumbrados los dos con la autoridad paternal de Capricornio, se añade Júpiter a la sabia discusión que mantiene el Sol con Quirón desde las puertas del eje cardinal a cada entrada del Sol por las puertas de este año. Y es que Quirón el desarraigado, sabe aprovechar esta ocasión, para hacerles recordar a las respetables autoridades que siempre hay espacios por llenar en el reparto de funciones. Y es que este Júpiter, posicionado en el punto medio entre el Sol y el Nodo Sur, nos hace reflexionar sobre la magnitud de una tarea que sin un buen apoyo nos va a sobrepasar.
A todo esto entra la Luna que en fluido contacto y a prudente distancia con los Nodos, nos viene a señalar cuán inquieta está por la revolución que Urano en Tauro empieza a gestar. Y es que al ingenioso inventor no le faltan opositores que corren a protestar por los súbitos cambios renovadores. Buenas serán las aportaciones para moderar a tan radical reformista. Como la que ahora Venus en cuadratura y mutua regencia con Urano, nos viene a recordar, gritando en alto para hacerse escuchar, que con su principal y simple condición de ser en el mundo hay que contar ¡ para qué cambiar, para que renovar, sino es para hacer cosas bellas bajo el Sol brillar !
En otra cercana parte del orbe, tenemos a Mercurio retomando con Neptuno jupiterina discusión que entre fuego, agua y aire, levanta densos vapores de ilusión. Mientras, un Marte cargado del agua de las fuentes de Neptuno y Escorpio, pone su punto de mira entre Saturno y Plutón. Y es que en su objetivo está unirse a esta conjunción, juntando primero al fuego de Júpiter, hará detonar la cargada tensión entre Saturno y Plutón, que como termita explosiva para demolición controlada, acelerará todo un proceso de de-construcción.
Mientras tanto en el cielo se sigue escribiendo el guión…