A día de hoy una buena parte de la humanidad ya se ha hecho su particular idea de la personalidad de Donald Trump. En buena medida gracias su ególatra necesidad de protagonismo y su gusto por el escenario mediático. El carácter ególatra de Tramp lo vemos representado en su carta natal por un Marte en Leo en conjunción con el Ascendente (en Trígono con la Luna y Sextil con el Sol, los elementos de más peso en la carta conectados entre sí) y en Sextil con el Sol en Casa 10 (la proyección social).
Marte que es la autoafirmación y representa la iniciativa, la acción, el carácter competitivo, el liderazgo y el impulso de conquista, combinado con Leo que es el orgullo y la autoexpresión creativa, el carisma para el liderazgo y el gusto por ser la cereza del pastel, junto con el Ascendente que es la forma en que la personalidad se relaciona con el mundo, nos hablan en suma de un egocentrismo exacerbado. Pero además, los otros dos elementos más importantes de la carta, el Sol y la Luna, en oposición entre sí, nos hablan de una relación difícil y tensionada que siempre tiene la mirada puesta hacia el exterior y que obliga a hacer un esfuerzo para integrar la tensión de ambas fuerzas. Ambas luminarias que entre otras cosas representan a papá (Sol) y mamá (Luna), están ubicadas en las casas que simbólicamente también representan a mamá y papá, Casa 4 (el hogar y la familia) y Casa 10 (la proyección social). Estas dos luminarias al estar conectadas con Marte a través de aspectos fluidos, canalizan la tensión generada entre ambos hacia Marte en el Ascendente. Esta tensión puede desembocar en un carácter violento, insensible y avasallador, típico de Marte. A modo de anécdota, una anotación de su biografía en Wikipedia nos dice;
“A los 13 años, tras tener problemas de conducta que llevaron a su salida de la escuela, sus padres lo enviaron a la Academia Militar de Nueva York (NYMA).“ https://es.wikipedia.org/wiki/Donald_Trump#cite_ref-17
La experiencia de Donald Tramp en la academia militar ayudaría a disciplinar su tendencia agresiva, pero también a enfatizar su sensibilidad autoritaria y misógina (Saturno conjunción Venus sin aspectos).
Toda sensibilidad afectiva, sentimental o instinto maternal representado por la Luna, queda soterrado por la necesidad de satisfacer sus instintos de conquista, mostrar seguridad e influir en los demás a través de la convicción de sus creencias (Luna en Sagitario), poniendo su espontánea y entusiasta expresión emocional al servicio de su autoafirmación personal (Luna en Sagitario en Trígono con Marte) en el papel de héroe redentor de la nación.
Este rol de redentor en el que Donald Tramp se ha embarcado está apoyado en la Cuadratura Mercurio-Neptuno. Mercurio, regente del Sol en Géminis, representa las habilidades intelectuales y comunicativas, conectado con Neptuno símbolo de las ilusiones, las ideologías políticas y del mito de la salvífica redención, es una combinación que encarna el potencial del embaucador.