En su carta de Diseño Humano, Edith Piaf tiene al Sol y a Mercurio en la Puerta 11 La Paz – La Puerta de la Ideas. Esta es la puerta de los idealismos y de la construcción de las utopías. Una puerta que trabaja en la armonía entre los conceptos que permiten apreciar el significado de los acontecimientos. Una puerta de actividad mental que es fuente incesante de ideas y de conceptualizaciones que buscan el sentido de las cosas (esta Puerta se encuentra Sagitario). Estas ideas son para ser comunicadas, compartidas y rara vez para ser aplicadas a la propia vida. Esta puerta anhela encontrarse con su puerta complementaria, la Puerta 56 El Viajero – La Puerta de la Estimulación, el potencial de la

Puerta 11 necesita de la Puerta 56 para ser expresado a través de la garganta. En el caso de Edith Piaf la Puerta 11 es una puerta aislada en un Centro Ajna sin definir por lo que aún anhela con más fuerza su puerta complementaria para poder hacer brillar su Sol.
Es curioso ver como Edith Piaf que tuvo numerosos romances a lo largo de su vida, cae profundamente enamorada del boxeador argelino Marcel Cerdan al poco tiempo de conocerse. Ambos estaban en la cumbre de su carrera profesional, durante los primeros años posteriores a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, encumbrados por la fama, representaron durante su breve romance un ideal de felicidad, amor romántico y éxito glamuroso en el New York de finales de los años cuarenta, epicentro de la incipiente cultura de masas en aquel momento.
Marcel Cerdan tenía su Sol en la Puerta 56, ambos con un Centro de la Garganta definido y con un Centro Ajna (intelecto) sin definir, con estas dos puertas creaban una complementariedad electromagnética que daba definición a sus respectivos Centros Ajna. Creando un vínculo muy especial a través del cual compartir sus propias historias estrechamente emparentadas por un vínculo tribal, también representado en su carta compartida por la conexión de complementariedad electromagnética de las puertas 49 – 19 El Canal de Síntesis, un canal que nos habla tanto del cortejo nupcial como de la necesidad de sentirse parte de un clan o grupo. Ambos tenían nacionalidad francesa y venían de familia humilde, el de origen argelino, ella con una madre de origen italo-bereber con raíces maternas marroquíes. La química estaba asegurada.

La vida de Edith Piaf es una vida dura, marcada por una fuerte lucha por la supervivencia y numerosas desilusiones. La última, la muerte trágica de este amor a los pocos años de haberse conocido.
El Sol de Edith Piaf forma parte de la Cruz de Encarnación del Angulo Derecho del Edén 11/12 – 36/6, las personas con esta cruz de encarnación saben de la existencia de un paraíso y sueñan con él, pero también saben que han sido expulsados y les toca vivir, fuera del edén, las asperezas de la realidad mundana. Tienen una aguda percepción de lo dura, pesada y densa que puede llegar a ser la vida, por eso viven polarizados entre los dos extremos pesimista – optimista, tienen la capacidad de expresar la misma idea abstracta de la vida tanto desde una pulsión de esperanza como de absoluta desesperación. En esta puerta se gesta la idea y el concepto de lo que es la vida desde la experiencia humana. Todo esto lo expresaba Edith Piaf a la perfección con su vibrante tono y melódica voz en su forma de cantar. Dando vida al papel que ella y sus canciones simbolizaban, la típica vida parisina que emerge de los más profundos bajos fondos para expresar la crudeza de la existencia.
Edith Piaf tiene una garganta definida muy poderosa, conectada al Centro del Ser por dos Canales de Liderazgo, Canal Alfa 7 – 31 y el Canal del Hijo Pródigo 13 – 33. Y conectada al Centro Emocional por Canal de Apertura 22 – 12, un poderoso canal manifestador emocional que trae el diseño de un ser social que se expresa desde su individualidad, profundamente conectado con la melancolía, la pasión y la fluctuación de los estados de ánimo.
Curiosamente con la Luna, representante arquetípica de la madre, en la Puerta 20, otra poderosa puerta de la garganta de expresión de la individualidad del ser en el aquí y ahora. Este conjunto de definiciones en la garganta dota a Edith de una voz especial con un don poco común para cantar, oficio que aprendió de su madre y que como ella, empezó a ejercer por las calles y los bares de París a cambio de limosna.
Edith Piaf era de pequeña constitución, su apariencia frágil y delicada junto a su vibrante voz le llevó a lucir con orgullo el apodo de el Gorrión, Piaf en francés.